Cuando publiquemos un texto del flaco totalmente inédito, lo marcaremos con la etiqueta ''INEDITÍSIMOS''.
En aquel tiempo había en mi vida un llano
y un tren que fatigado lo surcaba
y una casa en el llano, y unos ojos
detras de la ventana.
Cuantas veces has sido en mi memoria
signo que del olvido rescataba
ese pueblo perdido en el trayecto
de Úbeda a Granada.
Tú eres hija del jefe de estación,
y yo era el forastero que pasaba,
que desde el tren mugriento te decía
adiós con la mirada.
Tu pueblo mas que pueblo era una aldea,
un puñado de casas escaladas
donde vivían apenas tres familias
con un televisor y algunas cabras.
Nadie bajaba nunca de ese pueblo,
cada día se fugaba un esperanza,
la vida era para ti ese largo
tren que nunca alcanzabas.
Con la ilusión poblada de paisajes,
un ondulante adiós en la mirada,
en cada mano un paloma triste,
salias a la ventana.
Allí donde la vista ya no llega
habría una ciudad que te aguardaba,
tendría que ser el mundo mas hermoso
detras de las montañas.
Pero los días pasaban y los años
y pasaban los trenes, y quedabas
en la aldea silenciosa, como un pajaro
con las alas mojadas.
Pasaron otros trenes en mi vida
cuyas vías no cruzaban por tu casa,
y no vi mas tu rostro y tu pañuelo,
tus manos y tu falda.
Pero aún te recurdo con cariño
muchacha que, asomada a la ventana,
miras tristemente al forastero
que nunca se apeaba.
Y me duelen tus pechos presentidos,
tu cintura que nadie rodeaba,
tu habitación !tan fría por las noches!
sin mi cuerpo en tu cama.
Por eso es para ti mi canción,
recuerdo del muchacho que pasaba
en aquel tren que hacia el recorrido
de Úbeda a Granada.
Londres, octubre 1974 - enero 1976
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